Importancia de las estrategias de aprendizaje
Las estrategias de aprendizaje están suficientemente definidas y existe abundante bibliografía sobre este asunto.
Pienso que enseñar a aprender es el núcleo de la cuestión para una enseñanza personalizada: si queremos atender a la persona en su individualidad y unicidad, debemos proveerla de recursos para que pueda aprehender la realidad de la manera más objetiva posible. Esa será la función última de la educación personalizada: educar personas con criterio propio y objetivo.
No solo debemos enseñar contenidos teóricos, también estrategias para adquirir, codificar, comprender, memorizar, recuperar y después expresar esos contenidos con voz propia, pero objetiva: que los alumnos asimilen la realidad, la integren en su sistema de ideas propias y enriquezcan así su personalidad. Aquí radica la importancia de las estrategias de aprendizaje. Educar es enseñar a conocer y entender el mundo en que vivimos, y enseñar a vivir en él.
Algunos compañeros con experiencia docente se muestran más escépticos sobre estas enseñanzas. Plantean el peligro que supone la excesiva dependencia del profesor. ¡Cuánto hubiera agradecido que me hubiesen enseñado a estudiar cuando era joven! Tal vez para trabajar este tipo de estrategias, para un aprendizaje autorregulado, haya que tener una cierta madurez, pero entiendo que el concepto es el mismo para cualquier edad, la manera de aplicarlo es la que habrá que adaptar a cada etapa educativa.
Las fallas del método de enseñanza-aprendizaje
El problema no está en el método, si no en su aplicación: si los alumnos que encontramos no saben estudiar por sí mismos es porque no les han enseñado, no porque el método sea malo. En cuanto a las carencias en comprensión lectora y en expresión, son una de las mayores y fundamentales deficiencias que hay en el sistema educativo: si no son capaces de entender lo que leen, ¿cómo van nuestros alumnos a estudiar y menos aún a comprender? Por otra parte, en la expresión oral existe tradicionalmente una escasa atención en nuestro sistema educativo: no se enseña ni a hablar, ni a hablar en público, ni a argumentar, ni a expresar las ideas (al menos es mi experiencia). Pienso en la importancia que a estos aspectos se le da en otros países y me da envidia. Por lo que respecta a la enseñanza de las destrezas en el aprendizaje, ¿quién debe ser quien desempeñe esta tarea? ¿Cada profesor en su materia? ¿No puede esto generar cierta confusión si hay diferencia de métodos y criterios? Además de que cada profesor eduque en estrategias de aprendizaje ¿sería bueno que una asignatura específica se dedicase a este tipo de conocimientos?
No todo está en internet, afortunadamente
El año pasado asistí a un curso online donde pude estudiar mucho respecto al tratamiento de la información. Es cierto que hasta que no se llega a la universidad no se suele disponer de habilidades para la búsqueda en bibliotecas, repositorios, etc. Hoy en día, con las facilidades que proporcionan las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), el acceso a la información es infinitamente más fácil que nunca. Pero como algunos indican y muchos temen, un mayor acceso no necesariamente implica mayor conocimiento, porque el conocimiento no es sino información articulada. Y esto es lo que hay que enseñar a los alumnos: a que elijan las fuentes adecuadas, a que seleccionen la información que encuentren, a que la incorporen a la que ya tienen y la estructuren para que se convierta en conocimiento nuevo.
Homeschooling
La periodista y escritora Rosa Montero publicó un artículo en El País Semanal del pasado 28 de octubre donde abordaba el asunto de las familias que educan a sus hijos en casa, el homeschooling. ¡Eso si que es educación personalizada! A primera vista, claro. Pienso que es una postura sectaria, exclusivista y antisocial. Como dice mi compañero de estudios Guillermo Malaina, los niños que no van a la escuela no realizan trabajos en equipo, no aprenden a trabajar con otras personas y a respetar sus opiniones, dejan de hacer muchas actividades comunes. Esa es la intención, supongo, de quienes no quieren escolarizar a sus hijos: que no les influyan las ideas ajenas, que solo conozcan el mundo bajo el prisma de su familia —practicantes de esta modalidad los hay desde las posturas más conservadoras hasta las supuestamente más radicalmente progresistas—. Lo expresó muy bien mi compañera de máster Irune Llantada: esta educación es propia de sociedades primitivas —lo hemos estudiado en Historia de la Educación—.
Hoy se corre el riesgo de que las nuevas herramientas de comunicación justifiquen esta postura: al fin y al cabo ¿qué estamos haciendo nosotros? ¿No estamos estudiando sin asistir a un aula? Sí, pero nosotros ya estamos formados —aunque nunca se termine el proceso de socialización, que es un continuo en la vida de cada individuo— y tuvimos la experiencia de asistir a clase con otros niños, jóvenes y adultos en nuestras sucesivas etapas de escolarización. El hombre, como ser social que es, necesita vivir en sociedad y la escuela resulta, entre otras cosas , un actor fundamental de su socialización.
Hoy se corre el riesgo de que las nuevas herramientas de comunicación justifiquen esta postura: al fin y al cabo ¿qué estamos haciendo nosotros? ¿No estamos estudiando sin asistir a un aula? Sí, pero nosotros ya estamos formados —aunque nunca se termine el proceso de socialización, que es un continuo en la vida de cada individuo— y tuvimos la experiencia de asistir a clase con otros niños, jóvenes y adultos en nuestras sucesivas etapas de escolarización. El hombre, como ser social que es, necesita vivir en sociedad y la escuela resulta, entre otras cosas , un actor fundamental de su socialización.
Comentarios
Un vídeo sobre el aprendizaje y los modelos: http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=aUVcJtf1SAo
Enhorabuena por el blog
Úrsula
Como bien señalas, que los alumnos pongan en marcha las llamadas estrategias de aprendizaje no es algo que surge espontáneamente, necesita una enseñanza intencionada. Sin embargo, el currículo escolar ha enfatizado en exceso los contenidos y ha subestimado las herramientas de pensamiento y de análisis durante generaciones.
En mi opinión, a esta situación se une que los chavales de ahora viven inmersos en una cultura popular cognitivamente más exigente que la de décadas anteriores. Es aquí donde entra, como tú indicas, el uso de las TIR. Pero, ¿cómo aplicar las TIR (en las que los profesores no somos "nativos" y nuestros alumnos sí) de manera que no comprometan la integridad de las actividades "tradicionales" ni nuestros fines educativos? Sin duda, con un cambio de mentalidad por parte de los educadores: solo así se podrán adoptar estrategias de aprendizaje coherentes con el mundo en que viven los niños y jóvenes, dándoles así herramientas para interpretarlo y evaluarlo y, como tú bien dices, preparándoles para afrontar las complejas situaciones de la sociedad actual.
En los tiempos que corren, creo que es peligroso delegar totalmente el análisis de la realidad, educativa en este caso, en lo que llamamos opinión pública. Ya delegamos demasiadas cosas. Como hemos visto en el último año, más que esperar al próximo "mesías", lo que mucha gente desea es tomar la palabra. Asi que, enhorabuena, Francisco, tú ya la has hecho tuya.
El que pegaste está inactivo y seguro que merece la pena echarle un vistazo ;-)
¡Gracias!
Raquel L.
F. Vera
Para que el empleo de las TIC en la escuela no comprometa las actividades tradicionales ni los fines educativos ni el papel del profesor simplemente hay que ponerlas en su justo sitio: ser un complemento de la metodología tradicional, no un sustituto. Las TIC no son ninguna panacea que nos vaya a resolver la comunicación con los alumnos, ni a despertar mágicamente su interés por los contenidos. Sobre las TIC y su papel también publicaré en las próximas semanas un artículo.
F. Vera