La enseñanza de la lengua y la literatura en la ESO (V) ¿Por qué no separarlas en asignaturas distintas?
El diario El País publicó en su sección de cartas al director la de un lector que abogaba por la separación de las disciplinas de lengua y literatura en sendas asignaturas, con el fin de desligar la literatura del estudio de la gramática y con ello hacerla más atractiva para los alumnos y reducir el fracaso escolar en esta materia.
Imagen: ies-paglogargallo.blogspot |
Al leerla reconocí en sus palabras algunas de las ideas que yo mismo había expresado anteriormente. Efectivamente, en el curso del Máster Universitario de Formación de Profesorado de Secundaria de la UNIR y posteriormente en este mismo blog escribí que considero que la labor del profesor de lengua es complicada, pues tiene que aunar en una misma persona y una misma asignatura conocimientos y aptitudes tan dispares, aunque tan íntimamente relacionados, como son los necesarios para el estudio del lenguaje y de la literatura; aún así, concluía que por eso mismo nos debíamos considerar los profesores de esta materia afortunados.
Lo que plantea el autor de la carta a El País es la separación de ambas disciplinas en asignaturas distintas, como por cierto ya sucedió en otro tiempo —quienes estudiamos BUP y COU pudimos experimentarlo—, para hacer más atractiva la literatura, desligándola del estudio gramatical y, a su vez, enfocar la lengua hacia la potenciación de la comprensión y la producción de textos.
De nuevo esa es la idea que yo mismo mantengo: el estudio de la lengua desde un enfoque primordialmente comunicativo como una disciplina que, partiendo del conocimiento de su estructura interna, se encargue del análisis del lenguaje en uso, del texto —oral y escrito— y de la comprensión y producción de este por parte del alumno; por otra parte, el estudio de la literatura, ya sea en un asignatura propia o dentro de una más global que abarque el estudio del arte —literatura, pintura, escultura, arquitectura, música, cine…—.
Con ello creo que conseguiríamos otorgar mayor entidad a la literatura y romper la perniciosa asociación con el estudio del lenguaje. Si bien la literatura es el más sublime uso que del lenguaje podemos hacer, no es menos cierto que incluyendo su estudio en la misma asignatura con aquel, le hacemos un flaco favor.
Con ello creo que conseguiríamos otorgar mayor entidad a la literatura y romper la perniciosa asociación con el estudio del lenguaje. Si bien la literatura es el más sublime uso que del lenguaje podemos hacer, no es menos cierto que incluyendo su estudio en la misma asignatura con aquel, le hacemos un flaco favor.
Imagen: letrasheridas.wordpress.com |
Comentarios
Y puesto que donde antes había dos asignaturas ahora solo hay una, el tiempo que se dedicaba a ambas se ha visto considerablemente reducido. Una consecuencia de esto es que los profesores dedican más tiempo a la enseñanza de la lengua que de la literatura, lo cual creo que no es por gusto propio sino por necesidades de cumplir con el currículo oficial: en Bachillerato al alumno se le van a exigir unos conocimientos sobre lengua dirigidos a la Selectividad.
En fin, que ojalá esta "revolución" triunfe...lo malo es que la última palabra no la tienen los que se lo curran en las aulas, vamos, los profesores y los alumnos...sino el sistema.