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Personalidad, temperamento y carácter

Con frecuencia estos tres términos se confunden en el habla coloquial, a menudo se emplean indistintamente, y no son equivalentes ni sinónimos. En cambio, para la psicología y la pedagogía están claramente diferenciados —con algunas excepciones—, aunque íntimamente relacionados, y conllevan importantes implicaciones en la educación de los niños. En definitiva, temperamento y carácter son dos conceptos diferentes, de naturaleza distinta, que interactúan entre sí para conformar un tercer elemento que les incluye: la personalidad.

Por tanto, se hace necesario distinguir claramente cada uno de estos conceptos que tradicionalmente, y más en el habla común, se utilizan como sinónimos.

Temperamento

Como sostienen muchos autores (Izquierdo, 2002), el temperamento se ha considerado como el conjunto de características constitutivas básicas —heredadas genéticamente— de los impulsos del individuo, de naturaleza biológica y fisiológica, de aparición muy temprana, inherentes a la persona y a priori de difícil modificación.


Carácter

El carácter es un concepto que tradicionalmente se ha usado en Europa, mientras que en EE. UU. se ha preferido el de personalidad. Es la manifestación externa de la persona, su proyección social, lo que la distingue de los demás individuos, modificable socialmente.



Personalidad

La personalidad sería el resultado de la interacción de los sistemas somáticos y psíquicos del individuo (temperamento y carácter) y constituiría los rasgos particulares y diferenciadores de aquel: lo que le hace ser único y distinto de los demás. La personalidad, como acción de sistemas diferenciados, debe mantener el equilibrio entre estos para que la preeminencia de uno sobre otro no derive en desarreglos en el individuo.



 
TEMPERAMENTO
CARÁCTER
De tipo biológico–fisiológico (incluso genéticamente determinado)

De tipo social
Interno a la persona
Externo de la persona
Circunscrito a la infancia de la persona
Se desarrolla en la edad adulta
Relativamente estable, pero modificable
Variable, aunque con bases fijas


PERSONALIDAD
                                      Interacción de sistemas
Elaboradores:
percepción
cognición
emoción
motivación
afecto
Realizadores:
atención
memoria
afecto
volición
conducta

Podemos concluir que la personalidad del individuo, aquello que lo diferencia y lo define como ser único y reconocible,  es resultado de la acción de su temperamento —parte más inmodificable de su ser: lo que no se puede dejar de ser—, y de su carácter —educable, modificable—. 


La proyección personal hacia los demás es fruto de estos dos componentes de la persona, en ellos reside la expresión de la individualidad.


BIBLIOGRAFÍA:
Izquierdo Martínez, Á. (2002):Temperamento, carácter, personalidad. Una aproximación a su concepto e interacción. Revista Complutense de Educación. Vol. 13 Núm. 2, páginas 617-643. Recuperado en versión pdf en http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=980907  el  4 oct 2012

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Sabemos por experiencia que no existen en el mundo dos personas iguales, incluso en el caso de hermanos que han sido educados bajo el mismo techo y con idénticos valores nos encontramos con que son radicalmente distintos. Sin embargo, nunca nos preguntamos el porqué y tu post nos lo ha aclarado: la combinación e intensidad del temperamento y el carácter forman nuestra personalidad, de ahí que cada uno seamos únicos e irrepetibles.

Por tanto, en el desarrollo de una personalidad sana y estable los factores genéticos son importantes pero no determinantes: no podemos elegir el elegir el tipo de temperamento de un chaval pero sí podemos (como padres o docentes) influir en su carácter.
¿Cómo? Pues creando un ambiente basado en el respeto mutuo, la igualdad de trato, etc, en el que pueda desarrollar al máximo su potencial.

Es una gran responsabilidad, vaya.
De ahí que la enseñanza que siempre deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón.


Raquel.

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